sábado, 12 de septiembre de 2009

Lenguajes

Fotografías realizadas por Thiago

Historia de la soledad e incomunicación que la sociedad provoca en los seres humanos. El lenguaje perdido de las grúas narra la monótona y desapasionada existencia de un matrimonio en el Nueva York actual.

Owen y Rose Benjamin, tras largos años de vida conyugal, son víctimas de la rutina y el aislamiento. Owen, dolorosamente consciente de su homosexualidad, vive aterrado ante la posibilidad de que alguien lo descubra, y su único placer consiste en acudir los domingos a un cine para gays.

Sin embargo, el hijo de ambos, Philip, un joven también homosexual pero deseoso de sinceridad y afecto, desencadenará una inesperada modificación en la vida de sus padres cuando decide llevar a casa a su joven enamorado, Eliot.

A partir de aquí, las hipocresías y represiones que han sustentado las existencias de Rose y Owen comenzarán a ceder… Mediante una veraz y lúcida descripción de ambientes y una conmovedora sutileza psicológica, el nos conducirá magistralmente, a través de de esas vidas y esa ciudad, hacia una amarga y esclarecedora reflexión acerca de los desajustes psíquicos y morales de personas que, pese al entorno permisivo en que viven, experimentan los tormentos de la vergüenza y la frustración.

Cada uno tenemos un lenguaje, muchas veces incomprensible para los demás.

El lenguaje perdido de las grúas. David Leavitt
ISBN 978-84-339-2092-8 - 7 euros. 369 páginas

El blog del día: Ábrete de orejas

5 comentarios:

Winnie dijo...

Las "distintas" interpretaciones de las palabras......Besos y feliz sábado

Cosechadel66.es dijo...

El libro no tiene mala pinta, me lo apunto. En cuanto a lo del lengujae, completamente de acuerdo. Entre lo que decimos, lo que queremos decir, lo que deberíamos decir y lo que no deberíamos decir, hay mundos de diferencia.

Carpe Diem

Stultifer dijo...

winnie mejor distintas que todas iguales.

Cosecha Lo leí en junio de 1990, pero al tener las fotos me vino muy bien para ilustrarlas con palabras.

Thiago dijo...

¡Bueno, bueno, bueno…. ! ¡Qué maravilla, que fotógrafo tan genial, que descubrimiento ha hecho el autor…! ¡Ay, coño, que fui yo! jjaja. Tiene merito eh, hacer fotos a unas grúas estando en Coruña, con lo bonita que es. Pero es que fui por el Muelle y de repente “estaban allí ellas”, quietas, enormes, pletoritas de escaleras. Creí que estaba en una orgía stultiferiana (que es que te la mete uno hoy y otro mañana, jajaaj). Pero las grúas no son para subir cosas ¿entonces para que necesitan tantas escaleras? Pues será eso, el lenguaje perdido de las grúas, jajaja.

Me encanta David Leavitt, aunque me gustó más “Baile en familia”.

Stultifer dijo...

thiago Tiene mérito hacer fotos. Mucho. En la antigüedad solamente hacían grabados en piedra y tardaban mucho en acabar uno.